En 1975 el nombre del Chiringuito Los Leones estuvo asociado al del mítico Hotel Pez Espada, uno de los referentes en Torremolinos conocido a nivel internacional a cuya inauguración asistieron miles de artistas y famosos. Albergó a monarcas, estrellas del cine y la canción, y a lo más granado de la alta sociedad internacional durante varias décadas y fue emblema de la Costa del Sol y de un despegue turístico clave para el desarrollo de nuestro país. Los inicios Start of activity Una rehabilitación acertada, hacía varios años, le ha devuelto el esplendor de ese estilo bautizado “del relax”: Un luminoso nuevo, a la entrada, recuperó la tipografía original, tal como aparece en las postales antiguas. también se ha recuperado el espectacular suelo blanco y negro y las columnas de falso mármol y formas casi acuáticas. Se han mantenido la escalera, las pinturas murales, los bodegones cubistas y los accesorios antiguos: tiradores, placas. La galería con los retratos de huéspedes ilustres ha mejorado al ser eliminado el antiestético azul con el que fue pintada en los últimos años. El bar inglés ha sido suprimido y -aunque echamos de menos sus moquetas y sus cuadros de caballos- es preciso reconocer que la pequeña coctelería que lo ha sustituido tiene un estilo años 50 muy conseguido. Está dedicada a Frank Sinatra, ilustre huésped del hotel, y decorada con portadas de sus discos. La reforma ha sido realizada por el arquitecto Antonio Olaya, de U.D.A. Arquitectos, y cuenta con la asesoría de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Una segunda fase de rehabilitaciones, en 2015, restauró la fachada, incluyendo barandas iguales a las originales y el arreglo de diversos salones, eliminando muebles antiestéticos y descubriendo completamente el espectacular suelo del vestíbulo. Obras realizadas por la cadena Med Playa, actual propietaria del hotel. Para que la felicidad sea completa solo resta que, en un futuro, el resto del mobiliario del vestíbulo recupere -si es posible- las piezas originales, o al menos ese estilo de finales de los años 50 y principios de los 60, lo cual es hoy fácil puesto que numerosos diseñadores y casas de muebles lo han reinterpretado. Lo que de momento ni se ha planteado, es que el chiringito vuelva a estar asociado a este mítico hotel torremolinense, “padre e hijo” de la hostelería costasoleña.
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